Escalada de precios

La cuesta de enero que nos está tocando vivir tiene encendidos los focos rojos entre las familias de millones de mexicanos que ya no saben qué hacer ante la escalada de precios que se está dando en la canasta básica y el aumento en el pago de impuestos.
El discurso del gobierno federal que pretende mediante la repetición del mensaje publicitario hacer creer que la bonanza próxima es casi inminente con las reformas aprobadas por los legisladores de todos los partidos políticos en el Congreso de la Unión no corresponde a la realidad del ciudadano común y corriente.
Todos los días suben los precios de los productos, cuando no unos otros, pero la realidad es que las amas de casas y ya no saben qué hacer para estirar el gasto que a duras penas alcanza para medio vivir trabajando horas extras y toda la familia.
Un insultante mini aumento al salario mínimo contrasta con los aumentos periódicos a las gasolinas, al gas y a la electricidad a pesar de la promesa oficial de decir que pagaremos menos por estos energéticos.
Es decir el gobierno federal con la complicidad del Congreso de la Unión y la demagogia de los poderosos medios de comunicación electrónicos engañan a la población diciendo que los precios bajarán mientras en la práctica lo que hacen es aumentarlos.
Y lógicamente con el aumento de los energéticos, aumenta el transporte y en consecuencia los productos básicos para la subsistencia también aumentan.
De están manera en el inicio de este año 2014, al menos en Taxco ya aumentaron de precios: leche, pan, tortillas, frutas, verduras, quesos, etc. Lo que aumenta la dificultad para medio vivir entre las familias de escasos recursos.
Tan fácil como darse una vuelta por el mercado municipal o bien por los centros comerciales para darse cuenta de que cada día están subiendo los precios.
Eso sí, el gobierno federal dice que la inflación está controlada y que ya vienen tiempos mejores, que ahora si con las reformas viene el desarrollo y nuestro país se abalanza hacia tiempos mejores.
Lamentablemente el sistema político mexicano está inmerso en una enorme red de corrupción en la que unos cuantos al amparo del poder público y con el erario a su disposición construyen enormes fortunas personales en perjuicio de la población.
La desigualdad es insultante, mientras que quienes están en el poder tienen salarios escandalosos de cientos de miles de pesos mensuales a millones de mexicanos se les atribuyen salarios verdaderamente insultantes de alrededor de 63.77 pesos diarios, una verdadera ofensa para un pueblo que ha sido acostumbrado a pensar que ser pobre es lo normal.
¿Qué sentirán los legisladores que tienen ingresos exorbitantes ante las condiciones tan miserables en que se encuentran sus representados?, seguramente nada, también para ellos es normal ganar como si en verdad trabajaran, los pobres solamente les interesan en tiempos electorales, se transforman en votos y entonces es cuando importan.
Hace un año la Secretaría de Hacienda fijó las metas de crecimiento del país del 3.5% por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), a mediados de año la fueron modificando a la baja, primero al 3.1%, luego en agosto al 1.8, es decir a la mitad de lo prometido, para los primeros nueve meses del 2013 el crecimiento era de solo 1.2% reportó el Inegi.
El gobierno federal ha recurrido a la cooptación de los legisladores de otras fuerzas políticas para lograr el aval legislativo de las reformas, primero la financiera con el PRD de aliado y luego la energética con el PAN a su favor.
Para este año nuevamente el discurso oficial dice que el crecimiento del PIB será del 4%, más aún que la promesa del año pasado, lo cierto es que en estos primeros días lo que prevalece es la incertidumbre y muchos analistas advierten la posibilidad de una crisis mayor en materia económica.
Las reformas planteadas además de realizarse en lo oscurito y de espaldas a la población no explican de qué forma  se van a traducir en beneficios para la población, son promesas basadas en la falta de exigencia social, apabullada por la publicidad oficial.
La reforma financiera promulgada la semana que termina pone en estado de indefensión a la población y privilegia a los poderosos del dinero, es decir a los banqueros cuyo negocio es de lo más redituable.
Las tasas de interés que cobran los banqueros y en general los dueños del dinero son una verdadera ofensa, sin que la autoridad intervenga y a partir de ahora con el aval oficial para que quienes caigan en moratoria sean desalojados en fast track sin ningún tipo de defensa.
Los micro negocios están quebrados, un ejemplo son los plateros de Taxco, cuyo arte y talento se desperdicia ante la falta de una política pública que permita reactivar este sector que ahora prevalece en el olvido.
Tiempos nada halagadores nos esperan para los años venideros, debemos recordar que cada fin de sexenio desde 1970, hasta 1994 el país sufrió severas crisis económicas de inflación y devalua-ciones, Miguel Basañez lo analiza muy bien en su libro “El pulso de los sexenios”.
Polilla… Que los transportistas quieren aumento al pasaje… Que estoy terminando el semestre en la UNAM… Que este lunes regresa Edgar Córdova a los Cabos… Que Michoacán arde en violencia… Que esta semana será de mucha actividad… hasta mañana.