El escándalo de Cablecom

Desde hace buen tiempo me preguntaba que algo no coincidía entre lo que es una empresa de cable y los contenidos que se ofrecen a través de sus señales, llamada oficialmente Tv cable de oriente con el cambio a Cablecom.
En los últimos meses surgieron canales locales uno tras otro, lo que si transformamos en ingresos económicos debiera de favorecer a los dueños de la empresa que vive precisamente de los clientes.
Y la verdad es que hacer un programa de televisión no tiene mayor chiste si se cuenta con una camarita de video y alguien que diga algo frente a esta camarita, menos aún si no se exige producción, ni calidad, qué decir del contenido.
Pero resulta que a los dueños de la empresa cablera si les importa además del dinero que los programas que se ofrecen tengan precisamente una buena producción y un buen contenido y que además los clientes paguen lo que cuesta el tiempo al aire que hasta donde sé anda en 10 mil pesos la hora.
El asunto que les comento reventó porque Carlos, Rouzaut pensando que tenía mucho poder quiso humillar a otros de los que estaban pasando al aire, lo que derivó en quejas allá en la central de Cablecom en Pachuca.
Desde allá comenzaron a monitorear la señal y ordenaron una auditoría financiera en la que salieron a relucir muchas anomalías que derivaron primero en el cese del gerente y luego en la salida del aire de todos los programas que había, esto es Landavisión, La sala, wacala, visión, étc.
Además se siguen haciendo investigaciones porque según se dice los trabajadores técnicos hacían de las cuyas con los clientes a los que de acuerdo a sus intereses les ponían el servicio sin darlos de alta en el sistema, es decir les pasan la señal sin cobrarles.
Inclusive el jurídico Venancio Díaz Arroyo quien además funge como regidor en la comuna taxqueña aparece entre los damnificados por no defender los intereses de la empresa y si los suyos afectando a sus patrones cableros.
¿Qué sigue?, desde luego que la empresa seguirá vendiendo su tiempo a los inversionistas, pero para ello exigirá más calidad en los contenidos. Además de que le paguen realmente lo que cuesta su tiempo al aire.
En ese contexto lo que se avecina seguramente es que solamente quedará luego de la revuelta un solo programa al aire, que sin ser muy adivinos, se le podría apostar al que tenga mejor producción, con buenos contenidos y con un amplio respaldo económico y desde luego político, más allá de meras ocurrencias.
Polilla… Que ayer se firmó el convenio de Hábitat y por allá anduvo el alcalde de Taxco… Que hoy deben regresar a clases los docentes paristas… Que ayer terminó la feria de Tetipac… Hasta mañana.