Sentido adiós de Arturo Hernández Cardona

Lo conocí hace como 15 años, venía con frecuencia a Taxco a reunirse con los entonces integrantes del Movimiento Azteca de Guerrero (MOVAZ).
Arturo bromeaba y exigía la unidad de los integrantes de su organización social arropada políticamente en el Partido de la Revolución Democrática.
Los integrantes del MOVAZ recurrían a la movilización en Chilpancingo y Arturo Hernández  y Abraham Salgado en el palacio de gobierno exigían la audiencia a René Juárez Cisneros entonces gobernador, frente a frente con comandante cobra quien encabezaba  los toletes y escudos por el entonces responsable de la seguridad del inmueble.
Para principios del nuevo milenio el MOVAZ se adjudicó la dirigencia del PRD municipal, con Platón Antúnez Giles como presidente y Abraham Salgado Salazar como secretario general.
De ahí el Movaz obtuvo dos de las tres regidurías que integraron el ayuntamiento 2002-2005, con sus dirigentes apuntados como candidatos.
Para el siguiente trienio 2005-2008 metió otro regidor en la comuna taxqueña: Rubén González Vázquez, quien durante mucho tiempo fue su mano derecha, el MOVAZ se transformó en la Unión Campesina Emiliano Zapata (UCEZ), luego se distanciaron y Rubén hizo la organización Pedro Ascencio de Alquisiras.
Arturo peleaba la entrega de fertilizante para sus agremiados y en la lucha y protesta social encontraba el conducto para que los gobernantes cumplieran con los acuerdos producto de una incansable exigencia.
A Arturo lo encontraba encabezando reclamos sociales como el aumento a la tarifa del transporte público, cuando con un contingente tomó la delegación de transportes y con sonido en mano, acusaba a Luis Michelini entonces delegado de complicidad con los transportistas.
En Tetipac el extinto Abel Uribe de proceder bronco tuvo que aguantar la presencia de Arturo y compañía en exigencia del fertilizante para los campesinos excluidos del padrón en ese tiempo, lo mismo en Teloloapan en donde cerró el ayuntamiento en la misma exigencia porque el alcalde Alex Manjarrez no quería entregar el fertilizante a los campesinos perredistas.
Arturo quería ser diputado, peleó las candidaturas en Iguala en donde no pudo cristalizar ese sueño, se sumó de lleno a las campañas de Zeferino Torreblanca, cuya respuesta fue el desdén e ignorar la lucha social, como la que encabezaba el líder extinto.
Se sumó a la lucha de los mineros, a la de la CETEG y a la de la APPG, entre otras, hace algunas semanas lo encontramos en Chilpancingo… La lucha continúa, mataron al amigo, al líder, al político, más sus ideales quedaron sembrados. Descanse en paz.
Polilla… Que hace falta que se sumen muchos más a la coreografía de México Baila… Que  la ONU pidió al gobierno de Guerrero seguridad para los activistas… hasta mañana.