miércoles, 28 de agosto de 2013

Tensión en Guerrero

Mientras la población en Guerrero reclama la intervención de las autoridades en sus tres niveles de gobierno, para contener la violencia e inseguridad ocasionada por los grupos delincuenciales que tienen azotada la entidad. Por el contrario, el gobierno responde con la represión en contra de la lucha social y las manifestaciones pacíficas, realizadas por grupos de la sociedad civil que cansada del olvido oficial recurre a la protesta como medio de exigencia.
La incapacidad del gobierno para atender el reclamo ciudadano por los constantes robos, extorsiones, secuestros, cobro de piso, etc. propició la formación de grupos ciudadanos de autodefensa que velan por el interés de las comunidades.

Pero la autoridad lejos de combatir a la delincuencia ha entrado en una espiral de confrontación en la que el riesgo de un baño de sangre es cada vez más evidente ante las ofensivas oficiales tanto de militares como de policías federales que van contra líderes sociales y grupos inconformes.
Grave que en pleno siglo XXI la autoridad no responda a demandas añejas de beneficio social en materia de educación, salud, seguridad social, empleo, etc. y por el contrario despliegue sus fuerzas militares para combatir la manifestación social con un exceso de fuerza.
Guerrero vive momentos difíciles, cientos de familias han tenido que abandonar sus hogares  en la región de tierra caliente por la presencia del crimen organizado ante el temor de ser atacados.
Los desplazados, mujeres, ancianos y niños han dejado todo para salvaguardar su integridad física ante la incapacidad del estado de cumplir con una de sus obligaciones: la de la seguridad.
Ahí el gobierno no interviene, las fuerzas policiacas y castrenses no muestran su poder, por el contrario, la percepción ciudadana es que en muchos de los casos y sobre todo a nivel municipal y estatal hay complicidades entre efectivos policiacos y grupos delincuenciales.
En el otro lado, hacia la manifestación social, hacia el reclamo ciudadano por la incapacidad oficial ahí si llega la fuerza del Estado, ahí si se aplica el poder, para intimidar, desaparecer y encarcelar a los líderes que encabezan la inconformidad social.
Ridículo el argumento de secuestro por retener a un edil que han vertido autoridades para encarcelar a Nestora Salgado la lideresa de Olinalá a la que se le ha dado el trato de delincuente mayor, cuando su actuar ha sido el de la defensa de los derechos ciudadanas.
La toma del ayuntamiento de Ayutla y el desarme de policías comunitarios ayer en Cruz Grande forman parte de esa espiral de represión que ya inició y que es caldo de cultivo para que en cualquier momento la sangre corra. Hasta mañana.
Polilla… Que en Tetipac las lluvias propiciaron la caída de un árbol… Que de Pilcaya fueron al curso del Fortamun… Hasta mañana…

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