Taxco es… Jornadas alarconianas

Por Francisco Pacheco Beltrán
Estamos ya en la preparación del periódico Taxco es... para el mes de mayo cuyo tema central son las jornadas alarconianas. Como ya he comentado se distribuye en el valle de Toluca y tiene como propósito difundir nuestros atractivos turísticos y los eventos que se realizan en la región.
Precisamente el pasado lunes llevé a la presidencia municipal algunos ejemplares de la edición de abril, que trata el tema de Semana Santa.
Lo hice de manera institucional con oficio y toda la cosa, además les llevé algunos ejemplares al director de turismo municipal Daniel Martínez Guevara y al regidor Miguel Ángel Rodríguez Bustos impulsor de este proyecto.
Casualmente al llegar a la casa del pueblo me encontré con que el alcalde Álvaro Burgos Barrera estaba despachando, me preguntó su secretaria si quería hablar con él, en un principio no tenía intención pero luego recordé un tema de interés: El internet en la plaza pública.
Entré al despacho presidencial, por tercera ocasión en este gobierno y saludé al presidente municipal, le reiteré el reconocimiento por la remodelación que se hizo en el parque de la Veracruz, el cual no me deja de gustar cada vez que paso por ahí, que es diario.
Le dije que le quería sugerir, proponer o como se le quiera llamar que en ese lugar se instale internet público, para que muchos como yo puedan accesar a la red desde la plaza pública.
Pensaba hacerlo de manera formal, pero aprovechando el momento lo planteé de manera verbal, me respondió que es un proyecto que trae el gobernador Aguirre Rivero y que desde luego está considerada, junto con el zócalo y el Parque Vicente Guerrero, ojalá sea pronto.
Antes de entrar al despacho presidencial, cuando entregaba los oficios me encontré a Juanito Aranda el compadre del síndico que le auxilia en su oficina, quien me saludó y acotó que él no me ha hecho nada como para que yo no le salude, estaba de espaldas le respondí que no lo había visto y le di mis saludos agregando que al que tenemos vetado es a su jefe el síndico Alejandro Trujillo Leguizamo. Y lo vetamos por chillón, aunque él se quiera justificar con sus cuates de una y mil maneras diciendo mentiras disfrazadas de verdades, la historia pone a cada quien en su lugar.
A Juanito lo conozco desde hace varios años, en el entonces Bar Paco me tocó recibir sus finas atenciones, mismas que se tradujeron en su labor actual en la sindicatura, en donde siempre está atento. No mi estimado Juanito los cargos pasan, las amistades quedan, eso no lo entiende tu jefe, que se sigue comportando como “el pipilito” que fue de niño, así le decían sus cercanos.
Polilla… Que ahora si nos vamos de descanso… tan, tan.