martes, 19 de abril de 2011

Los desencuentros





Por Francisco Pacheco Beltrán

Primero. Todavía no pasa ni un mes de que el gobernador electo Ángel Aguirre Rivero tomó posesión del cargo y ya se escuchan voces de desencuentros entre los que fueron sus seguidores, funcionarios designados y aspirantes a funcionarios.
Me entero que Lázaro Mazón Alonso flamante secretario de salud está amagando a renunciar si el círculo cercano del ejecutivo le impone al subsecretario de finanzas y que además con él se irán todos los funcionarios de su expresión partidista: Nueva Izquierda.
Lógico ese cargo es primordial, es donde se manejan los dineros de una de las secretarías con mayor presupuesto y Lázaro quiere en ese lugar a un hombre de sus confianzas de nombre Rommel García Martínez, mientras que el gobernador le quiere imponer a Jorge Arrieta.
El tema es de mucho interés ya que confirma lo que aquí mencioné en una entrega anterior a los militantes del PRD les darán cargos, sí, pero no les dejarán manejar los recursos.
Segundo. En otro frente la reunión del PRD con el propio Aguirre Rivero fue cancelada sin aviso alguno por parte del mandatario para los integrantes de la dirigencia estatal, quienes se atrevieron a decir que le recordarían los principios ideológicos con los que debe gobernar Guerrero.
Despreciados e ignorados no les quedó de otra que justificar la ausencia de Aguirre Rivero porque según se enteraron el primer mandatario andaba en la ciudad de México en una reunión con el Secretario de Hacienda Ernesto Cordero.
Cómo es bien sabido los pleitos internos al interior del PRD lo mantienen en una constante batalla entre sus cabezas de grupo. Aguirre Rivero lo sabe muy bien y estira y afloja la cuerda según le convenga.
A la dirigencia nacional le dice que se va a afiliar en una sesión de político nacional, cuando podría inclusive hacerlo en un comité municipal, a la dirigencia estatal la deja plantada en una reunión en la cual supuestamente le iban a leer la cartilla, ¡Que ingenuos!
Tercero. El abrazo de la semana pasada entre el gobernador electo y su primo al que llama hermano, Manuel Añorve Baños, dejó helados a muchos de los actores políticos tanto del PRI que supusieron erróneamente que la sana distancia tendría un poco más de duración.
Sobre todo a los militantes del PRD, compañeros y amigos de Guillermo Sánchez Nava cuyo estado de salud aún es delicado, quien fue salvajemente agredido por defender la campaña del primo hermano que ahora dice sin resquemor olvidemos el pasado y abraza a Añorve Baños.
Una cosa es gobernar para todos y otra muy diferente el respeto institucional, en ese contexto Héctor Astudillo ha sido más congruente al señalar públicamente que no urge la reconciliación.
Polilla… Que ayer sugerí al alcalde Álvaro Burgos gestione con el gobernador el internet para la plazuela de la Veracruz… Que lo que resta de esta semana descansaremos en El Foro… Hasta mañana.


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