lunes, 9 de septiembre de 2013

¡Gracias Chepo!

No me lo contaron, lo viví en el lugar de los hechos, estuve presente en donde decenas de miles de personas salieron frustradas, impotentes, cabizbajas, por la derrota de la selección mexicana de fútbol ante su similar de Honduras en juego de la eliminatoria para el mundial de Brasil del año entrante.
En general no soy aficionado al fútbol y en razón de ello desconozco quién juega con quién, cómo va en la tabla de posiciones, cuáles son sus posibilidades, lo que sí sé es algo de historia del fútbol, por ejemplo que en 1950 en Brasil, Uruguay le ganó a la selección local en los dos minutos finales la copa mundial, ante 200 mil aficionados en el Estadio Maracaná, en lo que fue bautizado como “El maracanazo”.
En 1974 previo al mundial de Alemania, México fue eliminado en Centroamérica en una actuación desastrosa porque en ese entonces nos decían que en los países vecinos jugaban fútbol, como lo hacíamos los niños de mí época, con cascaras de naranja y corcholatas de garrafón y claro, nosotros con huaraches de correa.

Para 1978, el técnico José Antonio Roca, declaró en la prensa que México era la tercera potencia futbolera de América y desde luego la manipulación mediática nos hacía ver casi campeones del mundo, era cuando todavía se jugaba el mundial con 16 equipos, los resultados fueron patéticos, derrota ante Tunez 3 a 1, derrota ante Alemania 6 a 0 y derrota ante Polonia 3 a 1, fuimos último lugar del mundial.
Y que decir en 1982, rumbo al mundial de España, México se metió en Honduras y allá los centroamericanos le dieron a la verde una lección de pasión, corazón y pundonor y dejaron fuera a México, cuyos jugadores prefirieron quejarse del hostigamiento local en lugar de sacar la garra para ganar.
En 1986, de rebote la sede mundialista llegó por segunda vez a México luego de que Colombia desistió organizar la justa, México calificó por ser el anfitrión, eliminado en cuartos de final con una goleada de 4 a 1 propiciada por Alemania.
En 1990 en Italia, otra vez a las andadas, México quedó fuera del mundial por tramposos, deshonestos y ventajistas, metieron jugadores en una selección menor alterando actas de nacimiento y la FIFA sancionó con dos años a todas las selecciones de futbol.
En 1994, en el mundial de Estados Unidos, México eliminado en octavos de final en penales ante Bulgaria, desde entonces el temor a los empates. En 1998, en Francia, México quedó fuera al caer 2 goles a 1 contra Alemania. En 2002, el mundial se jugó en Asia por primera vez, Corea y Japón fueron las sedes; México fue humillado por Estados Unidos 2 goles a 0 y lo echó en octavos de final.
En 2006, en Alemania, fue Argentina en tiempos extra quien propinó la derrota 2 a 1 en un juego interesante donde la magia individual del Maxi Rodríguez dobló al equipo nacional cuando había dominado a los argentinos y merecía ganar, surgió aquella frase “Jugamos como nunca, perdimos como siempre”, de un comentarista televisivo. En 2010, En Sudáfrica,  sin pena ni gloria, le selección mexicana fue eliminada otra vez  por Argentina ahora con un 3 goles a 1.
A pesar de las pobres actuaciones de México en las justas mundialistas, está vez me compré mi bandera de 20 pesos en un centro comercial y me fui con otros quince taxqueños al estadio azteca a ser testigo personal de la historia del juego contra Honduras, el juego clave decían los conocedores de la actualidad en la eliminatoria rumbo a Brasil 2014.
En el camino hablaban de que el Chacko estaba en buen momento, de que sí el entrenador (el chepo) iba a poner a uno u otro jugador, en fin.
En Cuernavaca compré un libro llamado “Al desnudo” de un autor argentino es de entrevistas y en el resto del camino fui leyendo, tratando de imaginar la llegada, había versiones de que los maestros de la CNTE iban a bloquear las entradas, eso me parecía interesante. Nada, llegamos sin contratiempos y ya en la palco, se sumó un buen amigo, el director de Obras públicas Iván Castellanos Barrera, quien llegó con otras tres personas.
La lluvia, el comienzo, los militares que no los dejaban pasar para tomar sus asientos, la irrespetuosidad cuando se entonó el Himno de Honduras, fue lo que primero acaparó mi atención, luego, el primer tiempo, la ventaja con un gol tempranero y el “cielito lindo” brotado de las miles de gargantas presentes siguiendo al sonido del estadio.
Y para el segundo tiempo, llegó la pesadilla, el ¡Fuera Chepo, Fuera Chepo! Y un débil ¡Si se puede, si se puede! acompañaron al efectivo Honduras que en un abrir y cerrar de ojos nos regresó a la realidad, el pobre actuar del seleccionado que al igual que el país navega a la deriva.
Los aficionados reclamaban todo al árbitro, aun y cuando este tuviera la razón, de cuando en cuando me dirigía a Iván –Cómo están jugando es más fácil que caiga el tercero a que México empate, y venía el reclamo – Estás con México o contra México. Mi respuesta era, sólo opino de manera objetiva lo que estoy viendo. –¿No ves cómo están jugando?
Llegó el silbatazo final, la frustración, impotencia, desesperación hacia presencia en el colectivo que no entendía el porqué del resultado, uno salió en ambulancia, otro llegó y dio un puñetazo al acrílico donde venden la cerveza, en los ojos se miraba su rabia y coraje, el regreso fue de lamentaciones de los asistentes, que sienten a México fuera del mundial, no creo, el sistema de competencia está diseñado para calificar, aunque sea de repechaje y faltan tres juegos.
Polilla… Que el diputado Omar Jalil usa el bla, bla, bla para el protagonismo personal… Que la economía de México va en picada según las firmas especialistas… Que taxqueños salieron temprano a la Ciudad de México al mitin de AMLO… Hasta

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